domingo, 2 de noviembre de 2008

Un pequeño paréntesis

He estado todo el mes de octubre escribiendo pero no ha sido hasta ahora, cuando he leído algunos blogs de mis compañeros, cuando me he dado cuenta de que el mío es demasiado impersonal.
Me explico: creo que toda la información que he dado sobre las ciudades de las que he hablado está bien documentada y redactada, pero no me he detenido a explicar en qué tema se centra mi blog, por qué mi blog se llama Una pequeña parte del mundo y por qué he decidido hablar de estas ciudades. Así que he decidido dedicar esta entrada a esto. Más vale tarde que nunca, ¿no?
Al comenzar a escribir el blog me planteé varios temas sobre los que hablar: libros que había leído, mis películas favoritas, lugares a los que me gustaría viajar… Al final me quedé con esta última idea y decidí escribir sobre sitios que alguna vez he soñado pisar, sobre ciudades en cuyas calles me gustaría perderme durante horas para saborear no sólo sus monumentos, sino también su ambiente y la forma de vida de sus gentes.
Decidí llamar a mi blog Una pequeña parte del mundo por el título de una canción de mi grupo favorito: Amaral. A lo largo de mi vida he viajado a diversas ciudades de España pero en el extranjero sólo he visitado París, así que podría decir que sólo conozco una pequeña parte del mundo.
La primera ciudad que elegí fue Ámsterdam. Siempre me ha llamado la atención la mentalidad tan avanzada que caracteriza a la sociedad Holandesa. Holanda fue el primer país del mundo en legalizar la prostitución, los matrimonios homosexuales y el consumo de marihuana. Esto tiene varias consecuencias:
- Gracias a esta ley sobre prostitución, en Holanda no hay prostitutas en las calles sólo en los locales autorizados para ello en zonas concretas de las ciudades, lo que también se convierte en un reclamo turístico. Hay muchas menos mafias y las trabajadoras del sexo tienen seguridad social y jubilación.
- Aunque España fue el segundo país en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo, Holanda fue el pionero. Esto supone que allí las parejas homosexuales tienen los mismos derechos que las heterosexuales.
- El consumo de marihuana es legal, pero sólo hasta una cierta cantidad. Tras esta la aprobación de esta ley surgieron los famosos coffe shops, otro de los reclamos turísticos del país.
Aparte de esto, Amsterdam siempre me ha atraído por albergar el museo Van Gogh, mi pintor favorito. Este museo no alberga mi cuadro favorito, La noche estrellada, que se expone en el MOMA de Nueva York, pero en él se pueden ver sus obras más importantes. También me resultaría interesante visitar la Casa de Ana Frank por ser un reflejo de la Historia más reciente. Aparte de los museos los tulipanes de Holanda tienen fama en todo el mundo por lo que sus jardines deben ser preciosos.
Como segunda ciudad escogí una italiana porque este país es la cuna de la civilización romana y del Renacimiento y concretamente Venecia por la atracción que siempre han ejercido sobre mí sus canales, sus góndolas y sus edificios. En mi opinión sería una experiencia preciosa dar un paseo en góndola por los canales de Venecia al atardecer, aunque creo que las tarifas de los gondoleros no están al alcance de cualquier bolsillo.
Pasear por la plaza San Marcos es otra experiencia que tampoco me gustaría perderme el día que viaje a Venecia. La belleza de los edificios de esta plaza no debe dejar indiferente a nadie sobre todo el palacio Ducal, impresionante tanto por dentro como por fuera.
Otro de los lugares que más interesantes me resultan de Venecia es la Galería de la Academia ya que alberga, entre otros, cuadros de Tiziano y Tintoretto, dos de los pintores más representativos del Renacimiento.
Además de estos motivos también me atrae la gastronomía del país, ya que adoro la pasta.
La tercera ciudad escogida fue El Cairo. Recuerdo que desde pequeña he leído libros cuyo argumento transcurría en el desierto entre oasis, dunas y pirámides. Gracias a estos libros me imaginaba viajando por el desierto en una caravana de tuaregs, montando en camello y bebiendo té bajo la sombra de los árboles de un oasis. Por todo esto decidí escribir sobre El Cairo.
Desde pequeña me ha gustado la egiptología y mis ganas de visitar el Museo Egipcio crecieron sobre todo cuando el año pasado visité el Museo Arqueológico de Madrid en una de cuyas plantas se exponen restos arqueológicos del Antiguo Egipto y varias momias. Tras la visita pensé que si esa pequeña colección me había gustado el Museo Egipcio sin duda me fascinaría.
La posibilidad de visitar la pirámide de Giza sería otro de los encantos de este viaje ya que es la única de las Siete Maravillas del Mundo que sigue en pie. Penetrar en su interior debe ser la mejor manera de conocer la historia del Antiguo Egipto. Además está situada en mitad del desierto, lo que para mí supone un atractivo turístico más.
Por último, mi viaje a El Cairo no podría terminar sin perderme entre los puesto de un zoco para regatear con un comerciante el precio de unas babuchas que seguro me traería a casa como recuerdo de Egipto.
Espero que la actualización de esta semana sirva para aclarar las cuestiones que he mencionado al principio y para hacer que mi blog sea más personal, más mío. En las próximas entradas hablaré tanto de las ciudades que me gustaría visitar como de mis motivos para ello.
Esto es todo. De momento…

No hay comentarios: